jueves, 24 de mayo de 2018

Día 3: San Sebastian



En nuestro tercer día de viaje, dejamos definitivamente atrás Bilbao para poner rumbo a otra ciudad preciosa, San Sebastian.




Antes de llegar allí, queríamos hacer una parada en Zumaia para ver los acantilados del Flysch.

Aunque es un pueblo precioso y apetece dar un paseo por allí, como íbamos con el tiempo justo, subimos directamente a la Ermita de San Telmo. Esta ubicada sobre la playa de Itzurun y sobre el acantilado formado por el Flysch. Esta ermita esta dedicada al patrón de los marineros y es conocida por ser donde se rodó la boda de la película 8 apellidos vascos.




Este es un buen lugar para tener una bonita perspectiva del acantilado del Flysch, aunque para los que vayáis con más tiempo tenéis una ruta muy bonita de senderismo desde Zumaia a Deba. Nos hubiera gustado bajar a la playa, que además estaba accesible porque la marea estaba baja pero como ya os he dicho fue una parada improvisada y no teníamos tiempo para más.



Así que volvimos al coche y pusimos rumbo, ahora si, a San Sebastian.

Una vez llegamos al hotel, después de registrarnos dejamos las maletas, aparcamos el coche justo en la calle de atrás y nos preparamos para empezar a conocer esta maravillosa ciudad.

Como se hacía la hora de comer, cogimos un autobús en la misma puerta del hotel y nos llevo hasta la parte antigua de la ciudad.

Después de dar mil vueltas por sus calles estrechas y recorrer un montón de restaurantes para ver donde comíamos encontramos un restaurante que tenía un menú del día con muy buena pinta, pero nuestra sorpresa fue que cuando entramos a pedir mesa, la camarera ya nos miro mal por ir con la silla del niño y nos empezó a poner escusas de que no tenía espacio para ponernos con la silla, cuando estábamos viendo que en la planta de abajo tenía un gran comedor, que rabia me dan estas cosas!! pero bueno indignados nos fuimos y volvíamos a estar en la misma situación de no saber donde comer.

Al final nos decidimos por la Sidrería Beharri, que aunque en un principio la habíamos descartado por que no tenían tronas, al final sentamos a Hugo en una silla como los mayores y no pudimos haber elegido mejor, yo me pedí un arroz meloso de pescado y un costillar asado que estaba buenisimo!!! así que os la recomiendo 100%


Después de comer, era el momento perfecto para ir a dar un paseo por la zona del puerto, donde podemos ver tanto antiguos barcos de pesca como nuevos barcos de recreo.


Fuimos dando un paseo hasta el aquarium, y parándonos mil veces a hacer fotos aprovechando que el peque estaba dormido.


Volvimos a adentrarnos en el casco viejo para pasar por la Plaza de la constitución, totalmente porticada y con balcones, su curiosidad es que en cada balcón podemos ver unos números pintados y es que antiguamente se utilizo esta plaza como coso taurino.


Atravesamos sus calles y salimos a la ría justo en el punto donde se encuentra el Puente Zurriola, que es el que más estilo modernista tiene y destaca por sus farolas verdes.


Cruzamos este puente y nos encontramos con el Palacio de Congresos Kursaal, ¿Sabéis porque es famoso? porque es aquí donde se celebra en Septiembre cada año el famoso festival de cine de San Sebastian.


Además justo detrás nos encontramos la también llamada Playa Zurriola, donde vienen muchos surfistas y es la única de la ciudad que permite el nudismo, aquí hicimos un alto para sentarnos a descansar con el sonido de las olas, eso si bien vestidos eh.


Continuamos la marcha paseando por toda la ribera del río Urumea, y en este camino pudimos divisar edificios de finales de siglo como por ejemplo el Hotel Maria Cristina.


Llegamos hasta el puente de Maria Cristina, construido en 1903, y el más bonito, decorado con esculturas. Aunque también el más difícil para podernos hacer una foto en condiciones porque tiene mucho transito y es que se encuentra justo al lado de la estación de tren.



Una vez llegados a este punto cruzamos de nuevo hacia el otro lado del río, hasta llegar a la Catedral del Buen Pastor, construida en 1897 de la que destaca su torre de 75 metros, también destaca la cruz de la paz que preside la fachada central. Si queréis entrar es gratuito.


En esta plaza nos sentamos a descansar y aprovechamos a que el peque merendará.

Desde aquí continuamos nuestro recorrido por la Playa de la Concha, punto más conocido de esta ciudad y una de las playas urbanas más famosas y bellas de España.

En su paseo marítimo podemos encontrar su conocidísima barandilla y sus clásicas farolas, los dos relojes del Siglo XIX o el Balneario de la perla del océano.



Aquí yo me sentía como una niña pequeña, corriendo por la arena, dando vueltas, intentando escribir algo en la arena para que se viera en las fotos (fue misión imposible 😂)



Pero de repente en un momento todo se estropeo y se puso a llover, aunque no me voy a quejar porque nos había hecho un día estupendo y todos los días anteriores del viaje.


Así que nos fuimos bastante deprisa hasta el hotel, parando antes a comprarle una pelota a Hugo para que jugara. 

Una vez en la habitación estuvimos jugando hasta la hora de la cena, menos mal que teníamos una habitación muy amplia.

A la hora de cenar seguía lloviendo así que decidimos buscar un sitio cercano. A dos calles del hotel encontramos el restaurante Malandrino, con unas pizzas que quitaban el hipo, pero no teníamos sitio para sentarnos y había mucha gente esperando así que lo que hicimos en pedirlas para llevar y vuelta a la habitación donde cenaríamos.


Hasta aquí había llegado nuestro día de hoy, nos íbamos a dormir con una sensación de haber conocido una ciudad preciosa y además haber aprovechado muy bien el día.

           Como siempre, espero que os haya gustado y ¡Muchas gracias por estar ahí!


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