jueves, 11 de abril de 2019

Día 3 Alsacia: Kaysersberg, Riquewihr y Comar



Era nuestro tercer día por tierras alsacianas y queríamos aprovecharlo al máximo para seguir disfrutando de sus bonitos pueblos.



Nada más salir del apartamento vimos que no había nadie en el famoso árbol de navidad de la plaza Ancianne Douane, donde estábamos alojados así que antes de ponernos en ruta aprovechamos la situación para hacernos unas pocas fotos que os dejo a continuación.

Comenzábamos nuestra ruta de hoy en Kaysersberg, situado a tan sólo 24 minutos de Colmar.



Aunque este pueblo no es de los mas conocidos de la Alsacia merece muchísimo la pena, es precioso y situado a la entrada del Valle de Weiss por lo que le permite tener unos paisajes espectaculares rodeado de naturaleza.


  • Que ver en Kaysersberg:


             - Plaza del Ayuntamiento:

Accedemos a Kaysersberg a través de una de las calles más amplias, la Rue du General Riede, que conduce a la place de la Marie donde se sitúa el ayuntamiento de la localidad.

Este edificio data de 1904. Junto a él se sitúa también la oficina de turismo y es en esta misma plaza donde podemos encontrar un mercado de artesanía de los propios productores y agricultores de la Zona.



             - Catedral:

A la izquierda de donde nos situamos se encuentra la Catedral llamada Saint Croix y justo detrás una pequeña capilla llamada Saint Micael de 1463. Dicen que justo debajo de esta capilla se encuentra un osario con los restos de los habitantes de esta localidad, aunque nosotros no lo vimos.

           -   Puente Fortificado:


Continuando hasta el final de la calle principal se llega a este puente de piedra por donde cruza el Rio La Weiss y construido en 1514. Se conserva como uno de los puntos fortificados de defensa de la ciudad y uno de sus puntos más famosos.



         - Castillo de Kaysersberg:


Si se continua por el borde del río se llega a un sendero que lleva a las ruinas del castillo, es gratuito pero nosotros no llegamos hasta allí ya que dicen que el camino es bastante complicado y como ya sabéis viajamos con un niños.

Justo en el puente vimos que había una pequeña tienda donde ponía que hacían churros y claro al peque le encantan pero todavía al ser temprano estaba cerrado, por lo que decidimos recorrer las calles de este pueblo disfrutando de su tranquilidad y sus preciosas calles que realmente es el mejor plan para descubrir estos lugares.



Después de haber callejeado, la tienda seguía cerrada y no podíamos seguir esperando porque sino se nos echaba el tiempo encima y todavía nos quedaba ruta por hacer.

Nuestra siguiente parada sería Riquewihr, para mi uno de los pueblos que más me gusto. Es conocido como la perla de los viñedos de la Alsacia.



Aparcamos el coche en la zona baja de Riquewihr y lo primero que nos encontramos en la entrada es su Ayuntamiento, se trata de un edifico neoclásico que data de 1809. El cual ya encontramos con una super decoración navideña y un gran árbol.


Justo a la izquierda encontramos un pequeño mercado navideño por el que nos dimos una vuelta.

Atravesamos el arco del ayuntamiento que constituye la puerta inferior de entrada del antiguo recinto amurallado.

Desde aquí accedemos a la calle principal, Rue de General de Gaulle, en esta gran calle podemos encontrar todo tipo de restaurantes, tiendas y sobre todo preciosas casas de colores de los siglos XVI y XVII.



Comenzamos a pasear por esta calle y más o menos a mitad de camino en un pequeño callejón encontramos un montón de puestos de comida y vino. Estaba llenisimo de gente pero merece la pena darse una vuelta para ver el ambiente y que se te caiga la baba con todos esos ricos productos.


Si continuamos la calle hacia la parte alta llegamos hasta una pequeña plaza, donde a la izquierda lo primero que encontramos es la famosa tienda Käthe Wohlfahrt, es una de las tiendas navideñas mas famosas del mundo y aunque no quieras comprar nada merece la pena entrar, puedes encontrar objetos navideños que no hubieras imaginado nunca.



En esta misma plaza se encuentra la Torre Dolder, una de las torre más bonitas que he visto. Ahora mismo en su interior alberga un museo de armas de época que nosotros no visitamos.




Es del año 1536 y también es conocida como la puerta alta de la ciudad, atravesando sus puertas de madera se abandona el casco antiguo.

A los pies de la torre encontramos la Fuente de Sinne, que data del Siglo XVI y antiguamente era utilizada como lavadero de barricas y recipientes de vino.En lo alto de la fuente hay un león como símbolo de la Alsacia también el escudo de los que fueron los propietarios de la ciudad y el blasón de la ciudad.



Después de recorrer la calle principal comenzamos a callejear, algo que ya se había convertido en un ritual en estos lugares.

  

Otras calles que también son recomendadas visitar son la Rue du Cerf y la Rue Saint Nicolas.

Se acercaba la hora de comer así que volvimos a Colmar para preparar la comida en nuestro apartamento.

Después de comer y descansar, lo primero que hicimos fue dirigirnos a la tienda de Colmar que habíamos encontrada cerrada el día anterior. Esta vez ya abierta y después de dar unas cuantas vueltas por la tienda porque me gustaba todo por fin salí de allí con mis típicas galletas de la Alsacia.

Desde aquí como llovía nos fuimos a conocer el Marché Couvert de Colmar y así refugiarnos de la lluvia.

Se trata de un mercado de alimentación, puestos de fruta, verdura y vinos pero que poco a poco ha ido transformándose y también podemos encontrar puestos donde comer o tapear.

Como había dejado de llover decidimos seguir nuestra ruta para conocer la famosa Petite Venice de noche e iluminada.

Justo en la puerta del Marche Couvert ya encontramos uno de los puntos más famosos de esta zona. Y es que podemos ver las típicas casitas de colores a orillas del río Launch que cruza la ciudad.


      Esta zona también es conocida como el barrio de los pescadores, los cuales asentaron aquí sus casas y ejercían su actividad.

      Hoy en día todavía se puede ver alguna barca paseando por sus canales.

      Continuamos por la calle Quai de la poissonnerie hasta llegar al cruce de la Rue des Turenne, donde se encuentra otro puente y otro de los puntos más famosos y fotografiados de esta zona.





      Cruzamos este puente y llegamos al mercado navideño de la petite venice, el mercado que más le gusto al peque y es que está totalmente ambientado para los más pequeños.

      Con un gran carrusel, papa noel y un belén muy animado. Por supuesto el peque tuvo que montarse en los caballitos y menudo disgusto se llevo cuando acabo pero no podíamos seguir allí ya que comenzó de nuevo a llover. 
     
      Así que nuestro plan fue volver al apartamento y justo en frente teníamos una churrería, así que cogimos unos churros con chocolate y nos sentamos en la ventana del salón mientras veíamos el mercadillo de la Plaza Ancianne Douane, eso sí los churros como en España en ningún sitio.

     El resto de la tarde nos dimos unas duchas y preparamos las mochilas, ya que al día siguiente dejaríamos atrás Colmar para continuar con nuestra ruta.



     







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