23 - Abril - 2017
Hoy queríamos aprovechar el día para hacer una excursión cercana en Cuenca y el destino elegido fue la ciudad encantada.
- La ciudad encantada:
Se trata de un paraje natural con formaciones rocosas formadas a lo largo de miles de años. Se encuentra situada en la localidad de Valdecabras a unos 40 minutos de Cuenca.
Llegamos allí temprano sobre las 10:30 y lo recomiendo ya que podéis aparcar el coche en la sombra y luego llegaron un montón de autobuses de jubilados menos mal que ya nos íbamos.
Para entrar en el parque hay que pagar 5€ y con la entrada te dan un mapa, aunque también puedes pagar 6€ y en la excursión os acompaña un guía dando las correspondientes explicaciones.
Nosotros elegimos la de 5 euros ya que con el niño preferíamos ir mas a nuestro aire.
Mapa en mano nos adentramos en la Ciudad encantada.
Hay dos caminos marcados, uno azul que es el de ida y otro rojo que es el de vuelta.
En el mapa te marcan las formaciones rocosas más importantes y sus nombres corresponden a la forma que se han imaginado que tiene, algunas he de decir que debes tener mucha imaginación para verles el parecido.
En cada una de las formaciones existe un cartel con una pequeña explicación de cada una de ellas.
Os dejo unas cuantas fotos de nuestra visita a la ciudad encantada.
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Una vez pasamos allí la mañana, poníamos rumbo de nuevo a Cuenca, pero antes paramos en el mirador "La ventana del diablo", se trata de una cueva natural desde donde se tienen unas vistas privilegiadas de la hoz del río Júcar,
Su curioso nombre viene de la Leyenda que cuenta que el diablo utilizaba este lugar para practicar la brujería y todo lo que osaba molestarle era arrojado al río.
Después de disfrutar de estas maravillosas vistas, decidimos ir al centro histórico de Cuenca para comer.
Mi intención era ir a comer al Restaurante de La playa de Cuenca pero aunque en Internet ponía que estaba abierto cuando llegamos nos encontramos con una vaya cerrada, así que lo único que pudimos hacer fue hacer alguna foto a lo poco que se veía y continuar nuestro camino.
Después de dar unas cuantas vueltas nos decidimos por el Restaurante Ronda, un restaurante casero donde cominos un buen menú del día por un precio muy económico.
Todavía nos quedaba algo que ver del centro histórico y era la Torre Mangana, torre de referencia de la ciudad y en la actualidad también reloj, fue construida en el Siglo XVI sobre las ruinas del antiguo alcázar y tiene un estilo neomudejar.
Las vistas de la ciudad desde aquí son impresionantes.
Después de bajar de la Torre y comprar unos típicos quesos que estaban riquísimos, nos fuimos a dar un paseo por la Hoz del Jucar, aprovechando que el pequeño tenía que echarse la siesta.
Después del paseito y de tomar algo en el restaurante que hay a orillas del río decidimos poner rumbo al hotel para descansar un poco.
Queríamos ir a cenar a una plaza cerca del hotel que habíamos visto un montón de terrazas y así aprovechar para ver el fútbol, hoy tocaba clásico.
No pudimos acertar más al elegir el bar, todo estaba buenísimo y encima muy económico, sino juzgar vosotros las fotos.
Y el trato fue inmejorable, nos trataron como si nos conocieran de toda la vida.
La anécdota de aquí fue que los bocadillos se llamaban alpargatas en la carta y David se acordó de una frase que había escuchado durante el día que decía "Aquí en cuenca una pulga es un bocadillo y un bocadillo es una barra entera" así que preferimos coger sólo una alpargata y una ración de bravas, y menos mal porque no nos lo pudimos ni acabar.
100% recomendado!!!
Aquí acaba no sólo nuestro día sino también nuestra escapada a Cuenca y como muchos ya sabréis si me seguís en Instagram (@laaventurademimaleta) es una de las ciudades que me ha sorprendido, que me ha gustado mucho mas de lo que esperaba y que merece que paséis unos días.
Una vez pasamos allí la mañana, poníamos rumbo de nuevo a Cuenca, pero antes paramos en el mirador "La ventana del diablo", se trata de una cueva natural desde donde se tienen unas vistas privilegiadas de la hoz del río Júcar,
Su curioso nombre viene de la Leyenda que cuenta que el diablo utilizaba este lugar para practicar la brujería y todo lo que osaba molestarle era arrojado al río.
Después de disfrutar de estas maravillosas vistas, decidimos ir al centro histórico de Cuenca para comer.
Mi intención era ir a comer al Restaurante de La playa de Cuenca pero aunque en Internet ponía que estaba abierto cuando llegamos nos encontramos con una vaya cerrada, así que lo único que pudimos hacer fue hacer alguna foto a lo poco que se veía y continuar nuestro camino.
Después de dar unas cuantas vueltas nos decidimos por el Restaurante Ronda, un restaurante casero donde cominos un buen menú del día por un precio muy económico.
Todavía nos quedaba algo que ver del centro histórico y era la Torre Mangana, torre de referencia de la ciudad y en la actualidad también reloj, fue construida en el Siglo XVI sobre las ruinas del antiguo alcázar y tiene un estilo neomudejar.
Las vistas de la ciudad desde aquí son impresionantes.
Después de bajar de la Torre y comprar unos típicos quesos que estaban riquísimos, nos fuimos a dar un paseo por la Hoz del Jucar, aprovechando que el pequeño tenía que echarse la siesta.
Después del paseito y de tomar algo en el restaurante que hay a orillas del río decidimos poner rumbo al hotel para descansar un poco.
Queríamos ir a cenar a una plaza cerca del hotel que habíamos visto un montón de terrazas y así aprovechar para ver el fútbol, hoy tocaba clásico.
No pudimos acertar más al elegir el bar, todo estaba buenísimo y encima muy económico, sino juzgar vosotros las fotos.
Y el trato fue inmejorable, nos trataron como si nos conocieran de toda la vida.
La anécdota de aquí fue que los bocadillos se llamaban alpargatas en la carta y David se acordó de una frase que había escuchado durante el día que decía "Aquí en cuenca una pulga es un bocadillo y un bocadillo es una barra entera" así que preferimos coger sólo una alpargata y una ración de bravas, y menos mal porque no nos lo pudimos ni acabar.
100% recomendado!!!
Aquí acaba no sólo nuestro día sino también nuestra escapada a Cuenca y como muchos ya sabréis si me seguís en Instagram (@laaventurademimaleta) es una de las ciudades que me ha sorprendido, que me ha gustado mucho mas de lo que esperaba y que merece que paséis unos días.
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