El pasado domingo tuvimos un día Primaveral en Zaragoza por lo que decidimos aprovechar para visitar el Palacio de la Aljafería.
Tengo mucho delito pero debo admitir que a pesar de ser maña, haber nacido en Zaragoza y llevar toda mi vida viviendo aquí, era la primera vez que iba a visitar el palacio por dentro.
Este palacio es uno de los monumentos más importantes de Zaragoza ya que es el único testimonio que hemos conservado de la arquitectura islámica de la época de las Taifas.
HORARIOS:
- De Noviembre a Marzo:
De 10:00h a 14:00h y de 16:00h a 18:30h
- De Abril a Octubre:
De 10:00h a 14:00h y de 16:30h a 20:00h
PRECIO:
- General: 5€
- Jubilados, estudiantes y Carnet Joven: 1€
- Los domingos la entrada es gratuita.
La visita puede hacerse por libre o con guía en determinados horarios que podéis encontrar en la página Palacio de la Aljafería
Nosotros decidimos hacerlo por libre porque a parte de que teníamos que esperar, íbamos con el carro del niño por lo que queríamos mayor libertad, además me descargue la aplicación del Palacio para el móvil en el que te dice el itinerario que hay que seguir y te explica cada espacio que visitas.
Una vez que pasamos por la taquilla para recoger nuestras entradas nos dirigimos a la puerta principal.
Plano del Palacio:
Una vez que cruzamos la entrada lo primero que nos encontramos es con el Patio de San Martin llamado así por albergar la capilla que lleva este nombre. Lugar donde mejor se puede contemplar la amalgama de edificaciones y estilos que componen el palacio.
La siguiente parada y para mi lo mas bonito del palacio es el Patio de Santa Isabel, se trata de un patio central al que dan todas las ventanas del palacio, el agua, la vegetación y sus elementos decorativos nos hacen trasladarnos al momento en el que la Aljafería se encontraba en su máximo esplendor.
Junto a este patio, encontramos las salas de la Zona Norte, con una serie de pórticos y arcos que es lo que más nos hace transportarnos a la época musulmana.
En esta misma zona nos encontramos el oratorio, espacio de reducidas dimensiones que era utilizado para rezar el Corán por lo que aún se pueden distinguir parte de sus escrituras en las paredes.
La última zona que podemos visitar en la planta baja es el salón de recepción, donde ya notamos un cambio de cultura ya que se trata de una zona ampliada y reformada por los reyes de Aragón en la época medieval y es en está sala en la que podemos encontrar un pozo de la época musulmana.
Después de haber visitado la planta baja nos dirigimos a la planta superior que en mi opinión no es tan bonita como la anterior pero que merece la pena visitar.
En las salas superiores del palacio ya podemos observar mucha más reforma y que pertenecen a una época de los Reyes católicos, para mi lo más bonito de estas salas son sus techos.
El siguiente punto es la Torre del Trovador, donde volvemos a ver la huella que dejo el arte mudéjar en Aragón, es la construcción islámica de mayor antigüedad del palacio. Lo más curioso de este lugar es que se pueden ver en las paredes los restos de signos y dibujos que dejaron constancia los presos que estuvieron aquí cautivos en la época de la inquisición.
De aquí pasamos al gran Salón del Trono de los Reyes Católicos, una gran sala repleta de luz donde volvemos a ver mezclados los estilos arquitectónicos pero como ya he dicho antes lo más impresionante de estas salas son sus techos de madera tallada. Si nos fijamos en la parte superior de esta sala hay una galería donde los invitados podían asistir y contemplar las sesiones que allí se celebraban.
A continuación se encuentra la Sala de los pasos perdidos, cuya función era la de sala de espera de las personas que serían recibidas en el Salón del trono.
Por último desde aquí se sale a una gran galería acristalada y luminosa desde la que podemos observar el jardín de la planta baja y ya acceder a las grandes escaleras que nos dan salida.
Aquí acabo nuestra visita y me fui con la sensación de que por fin había conocido una parte más de la historia mi ciudad.
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