miércoles, 22 de febrero de 2017

Balneario de Panticosa







Siempre habíamos querido aprovechar algún fin de semana para ir a un Balneario, ya que habíamos estado en algunos hoteles con Spa pero no era lo mismo.

¿Quieres saber más sobre nuestra estancia en el Gran Hotel?




Para mi pasado cumpleaños en Diciembre David me sorprendió con su regalo, una noche en el Gran hotel Balneario de Panticosa con acceso a las termas.

La reserva la realizo en nuestro portal de confianza Booking, os dejo el enlace de su Oferta.

El Balneario como bien indica su nombre se encuentra en la localidad de Panticosa en Huesca, en el Valle de Tena a 1.630 metros de altitud y se accede a él a través de una pequeña carretera de montaña a 8 km de Panticosa. 

Este enclave favorece la tranquilidad que todos sus visitantes buscan, es tanta que cada año en alguna fecha quedan incomunicados debido a las grandes nevadas.


¿Que nos ofrece el Balneario de Panticosa?

-  Por un lado nos encontramos con dos hoteles, el Hotel Continental de un estilo más moderno que cuenta con 4 estrellas y el Gran Hotel que es al que fuimos nosotros, fue reformado en su totalidad manteniendo la fachada original re modelada que es la que le da su encanto y actualmente cuenta con 42 habitaciones y 5 estrellas.

-  Restaurante la Fontana, el cual también ha sido re modelado como el resto de los edificios.

-  En el recinto nos encontramos las Termas de Tiberio, donde nos encontramos el circuito termal, aprovechado para nuestro relax y su agua curativa.

Nuestra Experiencia:

Salimos desde Zaragoza el Sábado por la mañana con bastante tranquilidad, decidimos parar a comer en Biescas un pueblo del pirineo Aragones que nos tiene enamorados.

Dimos una vuelta por el pueblo disfrutando de su aire puro y su ambiente de montaña que tanto nos gusta.




Decidimos comer allí en un pequeño restaurante que nos llamo la atención, y la verdad que no pudimos elegir mejor. Se trata del restaurante La Borda donde por tan sólo 10€ comimos un menú delicioso y con un trato maravilloso.




Después de comer pusimos rumbo al Balneario, nada más llegar y bajar del coche pudimos sentir la Paz y tranquilidad que allí se respiraba, Rodeados de montañas llenas de nieve pensamos que quedarse allí incomunicado tampoco debía ser tan malo.

El hotel por fuera es realmente de película, su fachada nos hace trasladarnos a otra época y por dentro está totalmente reformado, mucho más moderno de lo que esperaba pero nos transmite calidez y comodidad. 




Una vez realizado el Check In nos dirigimos a la habitación a descansar y la verdad que vaya pedazo de habitación nos esperaba, no iba a ser menos para un hotel de 5 estrellas, pero para mi lo mejor las vistas, levantarte con esas vistas te daba alegría.






Después de un buen descanso nos dirigimos a las Termas que se encuentra en otro edificio, para acceder lo único que necesitas llevar es traje de baño, chanclas (también las puedes comprar) y gorro. Allí te dan el albornoz junto con una pulsera que es la llave de tu taquilla.

Dentro del edificio hay varias plantas, una es la de cabinas donde puedes realizarte los tratamientos que te ofrecen y la otra es la planta de Piscinas donde el agua es la protagonista.

Nuestro circuito era de 1 hora y aunque no notamos que nadie controlará el tiempo que llevabamos dentro, es más que suficiente para disfrutar de este circuito.

A la entrada del circuito nos encontramos un mapa en el que nos numera paso a paso el recorrido que debíamos seguir, aunque hicimos un poco de trampa porque pasabamos completamente de meternos en agua helada por lo que nos saltamos las piscinas de agua fría y el igloo.

Eso si disfrutamos de la piscina jacuzzi, de la aromática con agua caliente y la piscina exterior donde tu te encuentras sumergido en agua caliente pero puedes observar todas las estrellas, para mi fue lo que más me gusto.

Pasamos por la sauna, el Baño turco y el Hamman. Andamos por el camino de piedras que activan la circulación y terminamos descansando en el área de relax en una zona acristalada con unas maravillosas vistas. 

Cuando terminó nuestro circuito volvimos a la habitación para ducharnos y cambiarnos para cenar, al salir de las termas fue cuando me di cuenta de lo relajada que me había quedado, sólo quería tirarme en la cama y dormir.

Nos pusimos las pilas y decidimos bajar a Panticosa a cenar, después de dar unas cuantas vueltas decidimos cenar en una bocatería - pizzería llamada Xena, que para salir del paso no está mal pero os recomiendo que si no vais con prisa busquéis otras opciones.

Lo que si que os recomiendo 100% es el lugar donde estuvimos tomando una copa después de cenar , se llama Ibon Bistro y es un pequeño bar, con un ambiente muy bohemio y mucha calidez donde te tratarán como si te conocieran de toda la vida. Totalmente reformado con una decoración basada en las pistas de esquí, además muy buena música, para poder sentarnos en sus sofás y charlar relajadamente mientras te tomas una copa.






Como nuestro cuerpo nos pedía relax, decidimos irnos al hotel y dormir muy relajados.

Al día siguiente desayunamos en el hotel ya que lo teníamos incluido, muy buen desayuno buffet y como no con unas vistas inigualables a través de sus cristaleras.

Aprovechamos para sacar algunas fotos en el pantano antes de poner rumbo de vuelva a casa.





Nuestros viajes siempre han sido un no parar y volver más cansados a casa de lo que nos fuimos por lo que una escapada como está en la que vuelves a casa como nuevo nunca viene mal.

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